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TRANSFERENCIA
del riesgo
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Industria de seguros y reaseguros
Esta figura permite transferir el riesgo (entendido en este caso como potencial de pérdida económica) a una compañía de seguros. Para los seguros de desastres el cálculo difiere a cualquier otro tipo de seguro, ya que la pérdida puede ocurrir en forma simultánea a muchas propiedades en un área grande, es decir, que las pérdidas están correlacionadas. La mayoría de las pólizas de seguros incluyen una forma de deducible o la prioridad, que significa que la parte asegurada debe cubrir la primera porción de la pérdida. Esto significa que la compañía de seguros sólo es responsable de daño a la propiedad cuando el monto excede el porcentaje de pérdida establecida en el deducible y hasta una cantidad máxima también preespecificada de cobertura límite. Para reducir la magnitud de las pérdidas la compañía recurre a altos deducibles o a figuras de coaseguro, donde el asegurador paga una fracción de cualquier pérdida que se presente. Para cubrir el exceso de pérdida usualmente los aseguradores recurren a los reaseguradores.
Para el portafolio de cada compañía es necesario determinar cuál es la pérdida que, en promedio, se excederá una vez cada cierto número de años, lapso conocido como período de retorno.
El seguro en sí mismo no es considerado como una medida de mitigación porque, más bien redistribuye la pérdida que reducirla. Un programa de seguros cuidadosamente diseñado, sin embargo, puede estimular la adopción de medidas de mitigación, asignando un precio al riesgo y creando incentivos financieros a través de descuentos aplicables a las tasas de las primas, deducibles más bajos y/o límites de cobertura más altos, condicionados a la implementación de dichas medidas de reducción del riesgo.
Reaseguro por exceso de pérdida
Este es el tipo de reaseguro más utilizado para desastres. En este tipo de reaseguro los importes de las pérdidas son los que determinan la proporción de cesión del riesgo. En esta modalidad de reaseguro el asegurador directo se responsabiliza completamente por la pérdida hasta la cuantía que determina la prioridad en la totalidad de las pólizas de un ramo predeterminado en el contrato, independientemente de la cuantía asegurada en estas. Las pérdidas que superan el monto establecido por el deducible deben ser pagadas por el reasegurador. Este último solo participa en el pago de las pérdidas que superan esta valor o prioridad.
Titularización del riesgo
Es la conversión de un contrato financiero (como préstamos, hipotecas o el leasing) en títulos que pueden ser comercializados en mercados secundarios. La venta o titularización de contratos financieros a inversionistas reduce la necesidad de que un negocio en crecimiento tenga que buscar continuamente más capital y permite que los inversionistas diversifiquen sus portafolios de inversiones.
Bonos
Son activos financieros de renta fija. Los agentes involucrados en la emisión de un bono son el emisor y el inversionista. En su forma más simple, el inversionista compra un título de cierto valor (principal) que le será devuelto al final de cierto período (fecha de madurez del bono). A lo largo de este intervalo de tiempo, recibe cupones (flujos de efectivo a partir del interés que ofrezca el bono) con cierta periodicidad.
En el caso de riesgo por desastres, existe un tipo especial de bonos que son los Bonos de Catástrofe (Cat Bonds). Estos bonos se diferencian de un bono en su forma más simple, en que están sujetos a riesgo de crédito (riesgo de no pago o "default" por parte del emisor) en todo o parte del principal y/o de los cupones en el caso de la ocurrencia de cierto desastre previamente especificado, convirtiéndose en instrumentos de transferencia de riesgo. Los fondos que se obtienen de la venta del bono son invertidos a una tasa libre de riesgo, y los rendimientos de esta última inversión son a su vez utilizados para pagar el interés o cupón del bono. En compensación por el riesgo de crédito que estos presentan, ofrecen tasas de interés y rendimientos mayores que los que se ofrecen en el mercado.
Retención del riesgo
El no seguro es una figura de retención cuando no se justifica la cobertura debido, por ejemplo, a la obsolescencia del bien, o porque la posibilidad de pérdida es extremadamente baja y puede ignorarse, o porque la pérdida es tan alta que su transferencia costaría tanto como las pérdidas que se ocasionarían. El autoseguro se considera una figura de retención del riesgo. Esta estrategia consiste en tomar medidas para el control del riesgo y asumir las pérdidas potenciales. Tiene como finalidad mejorar la relación entre primas y garantías ofrecidas por las compañías de seguros y por lo tanto bajar los costos de los riesgos.
Estrategias de transferencia del riesgo y cálculos para evaluar las pérdidas
(Formato .pdf - 31 KB)
(Textos tomados de Cardona, 2005).
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